Me había equivocado.

“equivocarse – (=confundirse), tomar una cosa por otra y actuar de manera errónea”

 

Me había equivocado.

En mi camino. De nuevo.

Estaba desgraciada.

Hoy, pienso, que estaba feliz.

Sin notarlo.

Pero, hay una cosa que siempre,

pues, digamos, casi siempre –

estorba la felicidad:

 

Tenemos que decidirnos.

 

No me refiero de decisiones en general.

Me refiero de decisiones de simplemente entre dos cosas:

Tu vida profesional y tu vida privada.

Digamos:

Tienes que decidirte entre amor y tu carrera.

Algo que, hoy en día, en nuestro mundo,

pasa siempre, porque no podemos estar feliz,

si no tenemos ambas cosas.

 

Todavía oigo las voces que me dijeron:

“No puedes quedarte con alguien,

solo para estar con él, si no puedes seguir

con las cosas que quieres,

porque un día vas a odiarle por esto.”

O

“Como puedes dejar la persona que amas,

para marcharte y seguir con algo,

que quizá no te haré feliz.”

 

Ya!

 

Ahora.

Me he equivocado. De nuevo.

Estoy feliz. Con lo que tengo.

Pero noto que me falta…

Si, le extraño. Si, estaba feliz.

Si estoy feliz, ya.

Y no.

Siempre falta algo.

Y me decidí.

Para uno de dos caminos.

No sé, si fue el camino correcto.

 

Quizá.

 

Me equivoqué.

 

 

Schweigen ist Tod.

“Reden ist Silber,
Schweigen ist Gold.”

Ich sitze in der Metro.
Den Tränen nahe, schweigend.
Denke wieder daran.
Ich hab uns totgeschwiegen.
Zwischen all den verzweifelt,
dahin gegebenen Küssen.
Nach jedem Streit,
zu dem ich nichts zu sagen hatte.

Wie du meine Hand genommen hast,
ganz sanft und mir gesagt hast,
dass wir gemeinsam einen Weg finden –
Wenn ich doch mal endlich geredet habe.

Geheimnisvoll.
Vielleicht habe ich dieses Wort zu ernst genommen.
Wenn du wieder versucht hast,
etwas über mich heraus zu finden.

Jetzt sitze ich hier.
Schweigend, zwischen lauter Unbekannten,
rollt mir eine Träne über die Wange.
Ich will schreien. Ganz laut.
Doch ich bleibe stumm.
Du bist nicht hier.
Habe solange geschwiegen,
dass jetzt wo mein Drang zu reden,
So unendlich groß ist –
Du nichts mehr hören willst.

Denn das Schweigen – war unser Tod.

La llegada de la felicidad.

Y de repente,
llegaba la felicidad.
Después de tantos años.
Llegaba.
Finalmente.
Y no sé como. No sé porque.
Llegaba. Con ninguna razón.
Sin ningún disparador.
Simplemente llegaba.
Y te juro la felicidad me sonrió.
Quería llorar otra vez,
De todas las cosas que me han afectado.
No podía.
Elle llegaba. La felicidad.
Con lagrimas de alegría.
Sentía como ella me tocó.
Me miró, murmuró.
Quería bailar, quería cantar.
Y quería.
Que ella se quedaba.
No para siempre,
Pero para unos instantes mas.
Elle llegaba. Tan linda
Y de repente.
Se desapareció.